Enmienda de Adición al Documento Base de la Conferencia Republicana del PCE
Punto. III-¿Cómo alcanzamos la III República?
La sociedad española de comienzos del siglo XXI es una sociedad absolutamente mediática, en donde los medios de comunicación de masas establecen la cultura convencional a través de potentes y diversos altavoces (véanse los informativos, la prensa rosa o los espectáculos deportivos).
Los mass media actúan al servicio de los grandes conglomerados empresariales multinacionales, de cuyos complejos entramados forman parte. En España, los medios coadyuvan al reforzamiento y mantenimiento de la Monarquía Borbónica, blindando cualquier tipo de información disidente relativa a la Casa Real y ejerciendo una censura implacable contra cualquier información o noticia procedente del movimiento republicano, procurando además la criminalización del mismo.
Los republicanos y republicanas de este país nuestro debemos de presentar batalla en el terreno de la comunicación, articulando nuevas formas informativas que nos permitan conectar con el gran público, escapando de la marginalidad a la que pretenden condenarnos.
1. El proyecto de La República.es.
Contribuir a la refundación y expansión del diario digital LaRepública.es debe de ser una de nuestras estrategias fundamentales.
LaRepública.es ha consolidado en un corto espacio de tiempo (desde 2006) un público muy fiel, despertando la atención de respetadas personalidades del ámbito republicano (Teodulfo Lagunero y Antonio Romero, principalmente). Estos compañeros han comprendido la necesidad inmediata de convertir el periódico en el estandarte mediático de la causa republicana, creando para ello la Asociación de Amigos de LaRepública.es, la cual ya está empezando a dar sus primeros frutos.
El objetivo final es lograr un medio de comunicación diario, permanentemente actualizado, enriquecido con firmas de calidad, formado por profesionales jóvenes, con una red de corresponsalías a lo largo del Estado, e incluso en el extranjero (véase el caso de Cuba). El movimiento republicano español debe de colaborar enérgicamente en este proyecto, considerándolo su referente a nivel informativo.
Queda siempre pendiente el ansiado sueño de contar con un medio de prensa en papel afín a nuestra causa, sueño que quizás pueda convertirse en realidad próximamente si arrimamos todos el hombro en la odisea de construir la nueva LaRepública.es.
2. La oportunidad de las redes sociales y el reto de Internet.
En otro orden de cosas, el campo fértil de las redes sociales también debe de ser terreno de siembra de valores y experiencias republicanas. No debemos de desaprovechar una oportunidad tan magnífica de darnos a conocer entre la juventud española, precisamente el sector de la población menos identificado con el sentimiento juancarlista y más propenso a floraciones republicanas.
Internet nos ofrece una gama de posibilidades nunca antes vista, adulterada por el exceso de información y por la dificultad de seleccionar fuentes fidedignas.
El movimiento republicano empieza a levantar cabeza en la red de redes, multiplicando los blogs, las listas de correo, los foros de debate, los artículos de opinión, las noticias alternativas y las denuncias de injusticias y/o corruptelas varias. Estos caudales de esfuerzos, muchas veces realizados de manera individual y voluntaria, deben de ser centralizados y coordinados de cara a plantear un corpus mediático sólido y versátil (al unísono), capaz de contrarrestar la desinformación y la manipulación inherente a los medios monárquicos, elaborando al mismo tiempo una alternativa acorde a los vaivenes y cambios operantes en la sociedad.
3. La retroalimentación o feedback como principio irrenunciable de nuestra política informativa.
La política informativa del movimiento por la III República debe de estar marcada por los ejes de la horizontalidad, la claridad y la precisión, pudiendo servirse de técnicas psicológicas como la retroalimentación o feedback para conseguir una mayor compenetración entre los “periodistas” republicanos y la ciudadanía receptora de sus mensajes.
El fomento de ésta y otras técnicas similares permitirá adecuar nuestra política informativa a las necesidades reales de la sociedad española, huyendo del consabido y rancio debate entre la realidad y el deseo, parafraseando a nuestro gran poeta Luis Cernuda.
A nivel local y provincial, la política de comunicación de la asociación republicana a la que pertenezco (UCAR-Granada) está logrando algunos pequeños objetivos, consiguiendo la colaboración activa de diversos intelectuales y generando debate a través del feedback.
4. Conclusión.
El Partido Comunista de España, histórico defensor de la causa republicana en nuestro país, debe de impulsar la constitución de un frente republicano en los medios de comunicación de masas, fundamentalmente a través del renacimiento del diario LaRepública.es, fomentando además una política informativa nítida y unitaria en las redes sociales y en el mundo cibernético.
José María García Labrac.
Militante de base de la Agrupación local del PCA en Granada ciudad.
Punto. III-¿Cómo alcanzamos la III República?
La sociedad española de comienzos del siglo XXI es una sociedad absolutamente mediática, en donde los medios de comunicación de masas establecen la cultura convencional a través de potentes y diversos altavoces (véanse los informativos, la prensa rosa o los espectáculos deportivos).
Los mass media actúan al servicio de los grandes conglomerados empresariales multinacionales, de cuyos complejos entramados forman parte. En España, los medios coadyuvan al reforzamiento y mantenimiento de la Monarquía Borbónica, blindando cualquier tipo de información disidente relativa a la Casa Real y ejerciendo una censura implacable contra cualquier información o noticia procedente del movimiento republicano, procurando además la criminalización del mismo.
Los republicanos y republicanas de este país nuestro debemos de presentar batalla en el terreno de la comunicación, articulando nuevas formas informativas que nos permitan conectar con el gran público, escapando de la marginalidad a la que pretenden condenarnos.
1. El proyecto de La República.es.
Contribuir a la refundación y expansión del diario digital LaRepública.es debe de ser una de nuestras estrategias fundamentales.
LaRepública.es ha consolidado en un corto espacio de tiempo (desde 2006) un público muy fiel, despertando la atención de respetadas personalidades del ámbito republicano (Teodulfo Lagunero y Antonio Romero, principalmente). Estos compañeros han comprendido la necesidad inmediata de convertir el periódico en el estandarte mediático de la causa republicana, creando para ello la Asociación de Amigos de LaRepública.es, la cual ya está empezando a dar sus primeros frutos.
El objetivo final es lograr un medio de comunicación diario, permanentemente actualizado, enriquecido con firmas de calidad, formado por profesionales jóvenes, con una red de corresponsalías a lo largo del Estado, e incluso en el extranjero (véase el caso de Cuba). El movimiento republicano español debe de colaborar enérgicamente en este proyecto, considerándolo su referente a nivel informativo.
Queda siempre pendiente el ansiado sueño de contar con un medio de prensa en papel afín a nuestra causa, sueño que quizás pueda convertirse en realidad próximamente si arrimamos todos el hombro en la odisea de construir la nueva LaRepública.es.
2. La oportunidad de las redes sociales y el reto de Internet.
En otro orden de cosas, el campo fértil de las redes sociales también debe de ser terreno de siembra de valores y experiencias republicanas. No debemos de desaprovechar una oportunidad tan magnífica de darnos a conocer entre la juventud española, precisamente el sector de la población menos identificado con el sentimiento juancarlista y más propenso a floraciones republicanas.
Internet nos ofrece una gama de posibilidades nunca antes vista, adulterada por el exceso de información y por la dificultad de seleccionar fuentes fidedignas.
El movimiento republicano empieza a levantar cabeza en la red de redes, multiplicando los blogs, las listas de correo, los foros de debate, los artículos de opinión, las noticias alternativas y las denuncias de injusticias y/o corruptelas varias. Estos caudales de esfuerzos, muchas veces realizados de manera individual y voluntaria, deben de ser centralizados y coordinados de cara a plantear un corpus mediático sólido y versátil (al unísono), capaz de contrarrestar la desinformación y la manipulación inherente a los medios monárquicos, elaborando al mismo tiempo una alternativa acorde a los vaivenes y cambios operantes en la sociedad.
3. La retroalimentación o feedback como principio irrenunciable de nuestra política informativa.
La política informativa del movimiento por la III República debe de estar marcada por los ejes de la horizontalidad, la claridad y la precisión, pudiendo servirse de técnicas psicológicas como la retroalimentación o feedback para conseguir una mayor compenetración entre los “periodistas” republicanos y la ciudadanía receptora de sus mensajes.
El fomento de ésta y otras técnicas similares permitirá adecuar nuestra política informativa a las necesidades reales de la sociedad española, huyendo del consabido y rancio debate entre la realidad y el deseo, parafraseando a nuestro gran poeta Luis Cernuda.
A nivel local y provincial, la política de comunicación de la asociación republicana a la que pertenezco (UCAR-Granada) está logrando algunos pequeños objetivos, consiguiendo la colaboración activa de diversos intelectuales y generando debate a través del feedback.
4. Conclusión.
El Partido Comunista de España, histórico defensor de la causa republicana en nuestro país, debe de impulsar la constitución de un frente republicano en los medios de comunicación de masas, fundamentalmente a través del renacimiento del diario LaRepública.es, fomentando además una política informativa nítida y unitaria en las redes sociales y en el mundo cibernético.
José María García Labrac.
Militante de base de la Agrupación local del PCA en Granada ciudad.