miércoles, febrero 20, 2008

La importancia de llamarse Fidel


Dirán exactamente de Fidel
gran conductor el que incendió la historia etcétera
pero el pueblo lo llama el Caballo y es cierto
Fidel montó sobre Fidel un día
se lanzó de cabeza contra el dolor contra la muerte
pero más todavía contra el polvo del alma.


(Juan Gelman)

Ayer eras el centro de la atención mediática internacional. Amigos y enemigos no paraban de hablar de tu última decisión. Los informativos y las ediciones digitales de los diarios repasaban tu vida, como si hubieras muerto. Por mucho que les pese, sigues vivo.

Cuba, tu Cuba, nuestra Cuba, les duele. Todavía no han olvidado la derrota en Playa Girón/Bahía de los Cochinos. No logran entender el porqué de la supervivencia de la Revolución tras la implosión soviética. Llevan cinco décadas intentando matarte, están desesperados porque saben que tu obra, la obra de todo el pueblo cubano, te sobrevivirá.

El imperialismo está al acecho, preparándolo todo para desembarcar en el Malecón tras tu partida. ¡Que se atrevan!, se encontraran con la resistencia feroz de millones de personas, cada uno su propio Comandante en Jefe, como señalaste en aquella ocasión. Si esa hecatombe ocurriera ten por seguro que el mundo no se quedará quieto, recibiréis la misma solidaridad que tanto prodigáis.

Eres un hombre, compañero Fidel, un simple y mortal ser humano. Lleno de contradicciones, imperfecto, propenso a cometer errores, tan frágil y tan fuerte como cualquiera de nosotros. Nunca pretendiste ser un Dios, siempre has combatido el culto a la personalidad, manzana podrida que infectó el cesto del socialismo real. Pero, entiéndeme, he crecido con tu ejemplo, eres un arquetipo para mí y para varias generaciones de comunistas, querido Fidel.

Adelante, cubanos. Revolución en la Revolución. Parece que ha llegado el momento de corregir y de enderezar vuestro modelo, desoyendo los cantos de sirena del neoliberalismo, inspirados en el marxismo-martiano, piedra angular del socialismo isleño. Casi finiquitado el período especial, están las venas abiertas de América Latina supurando alternativas a la barbarie existente, fijas las miradas en la mayor de las Antillas.

Libre ya del cargo presidencial, guardado el uniforme verde olivo, testigo de excepción del demacrado Siglo XX, tus reflexiones nos ayudan a comprender un poquito mejor este puñetero circo global. Caballo, viejo y cansado, Caballo nuestro, hasta la victoria siempre Comandante de la esperanza y de los amplios horizontes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no esperaba menos de ti camarada. quizás un poco corto porque las cosas buenas como esta se hacen muy cortas.un saludo camarada

V dijo...

Fidel... Lo más grande que ha dado la tierra