viernes, diciembre 26, 2008

2009, Cuba y Venezuela en la encrucijada


El primero de enero de 1959, Fidel Castro partió en dos la historia sudamericana, estableciendo un antes y un después con el triunfo de la Revolución Cubana. A viento y marea, contra la lógica del capitalismo, a despecho de los manuales del marxismo más academicista, Cuba intentó el socialismo a la caribeña, con acento argentino y preocupante influencia soviética.

El primero de enero de 2009, la gesta del pueblo cubano cumplirá medio siglo. Cincuenta años dan para mucho. Hoy, Cuba continúa defendiendo su propio modelo político, económico y social, diametralmente opuesto al sistema imperante. Fidel, padre de la patria, jefe de la Revolución, dedicado al articulismo de combate por motivos de salud, supo y pudo dirigir un proceso de cambios que convirtió a la isla en una nación independiente y soberana, haciendo realidad el ideal de José Martí.

El mundo de 2009 no es el mismo que el de 1959, evidentemente. La Guerra Fría acabó de repente con la desintegración de la URSS, consolidándose EEUU cómo única superpotencia a escala planetaria. Tocado y hundido el socialismo real, desmerengado el Estado del Bienestar, el neoliberalismo vino a imponerse cómo penúltima versión del capitalismo. El Mercado atravesó el Telón de Acero, reconquistando el terreno perdido, reciclando estalinistas, ganándose el corazón del lobo estepario, deslumbrado ante la fastuosidad del consumismo.

Las profecías de los agoreros resuenan huecas y presuntuosas, a dos décadas de la caída de la Unión Soviética. Cuba sigue en su sitio, la caverna continúa refugiada en la Florida, afilando sus dientes, engrasando sus bombas, cansada de esperar, nostálgica de La Habana elegante. Octubre baila el danzón, mientras las olas abrazan el Malecón, pintado de verde olivo para la ocasión.

Mientras en Europa del Este agonizaba el socialismo, Caracas se alzó en febrero de 1989, en respuesta a las medidas de ajuste aplicadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, recetadas por el Fondo Monetario Internacional. Negros, mulatos, pobres de solemnidad, masas hambrientas y marginadas sembraron el caos en la capital venezolana, aterrorizando a los habitantes de los barrios ricos. La socialdemocracia en el poder no tuvo piedad, acribillando a balazos a los rebeldes.

El Caracazo fue un caldo de cultivo excepcional para que Hugo Chávez se atreviera a romper la historia continental por segunda vez, apareciendo de golpe en la arena política, otro febrero, éste de 1992. Saltando por encima de los paradigmas, devorando los prejuicios, barrió en las elecciones presidenciales de 1998, con un programa reformista.

La Revolución Bolivariana fue radicalizándose a medida que transcurría el tiempo, obligada por la reacción, acosada por el Imperio, insultada y/o ignorada por la izquierda europea. Así, Venezuela reconoció el ejemplo cubano e insufló nuevos aires al envejecido armazón fidelista. Chávez sirvió como punta de lanza del llamado socialismo del siglo XXI, que fue triunfando por la vía electoral, con diferentes grados y matices, en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay...

A diez años de la primitiva victoria del chavismo, la muralla mediática sigue protegiéndonos del temible Gorila Rojo, de sus locuras y extravagancias, de su dictadura totalitaria, de sus amistades peligrosas con islamistas y gente de mala calaña (y peores intenciones). Tergiversan cualquier noticia procedente de Venezuela, la retuercen, le dan la vuelta, la ponen del revés, hacen de la mentira un oficio rentable, dejando la deontología periodística a la altura del betún.

Para el español medio, Hugo Chávez es un loco peligroso, heredero directo del archimaligno Fidel Castro. Sin embargo, se respeta más a Fidel que a Chávez. ¿Por que será?, ¿Tendrán algo que ver el color de piel y la condición social del presidente venezolano?...

El año que esta a punto de empezar se adivina determinante, tanto para Cuba como para Venezuela. El próximo Congreso del Partido Comunista de Cuba va a resultar fundamental para el destino de la Revolución, comandada ahora por el general Raúl Castro. La enmienda constitucional que puede abrir la puerta a un tercer mandato de Chávez, servirá para calibrar el apoyo ciudadano con el que cuenta el líder bolivariano en esta hora decisiva.

Venezuela y Cuba, después de celebrar sus respectivos aniversarios, cruzarán el Rubicón, por enésima vez, en este 2009 que se nos avecina. Los pueblos del mundo entero esperan atentos estos doce meses cruciales para el futuro del socialismo latinoamericano, y por ende, para el futuro de la humanidad.