miércoles, septiembre 22, 2010

Con la "Tercera" en la mochila (A la memoria de José Antonio Labordeta, republicano federal)


Escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid

(Lema regeneracionista, elaborado por Joaquín Costa, el cual pretendía condensar en una frase certera algunas de las soluciones a los problemas endémicos de la España de la Restauración)

España es una gran federación, pero se ha querido hacer un territorio unitario que ha resultado un gran fracaso

(José Antonio Labordeta, de una entrevista en "Madrid Sindical")

En la madrugada del domingo 19 de septiembre, como si el verano no hubiera querido marcharse sin llevárselo consigo, se nos moría José Antonio Labordeta Subías, el trovador incansable, el catedrático de instituto, el viajero impenitente, el republicano federal de tierna raíz aragonesista.

Fue la voz de trueno que clamó en el desierto del último franquismo, el vozarrón de siglos que cantó a la libertad en las mismas barbas de los liberticidas de ayer y de siempre, la palabra cálida que iluminó al Congreso en su condición de diputado cercano a las querencias de la gente. Con su muerte, pierde la izquierda española uno de sus más contrastados referentes. La derecha queda, a la par, huérfana de fiero adversario.

Muere Labordeta al final del estío, en vísperas de una huelga general contra la reforma laboral regresiva del Gobierno Zapatero. Nos abandona Labordeta cuando los corifeos del sistema pretenden comenzar el desmantelamiento del modelo español de relaciones laborales, como primera carga explosiva de la futura voladura controlada de lo que un día vino a llamarse Estado Social y Democrático de Derecho. La ley de la selva regresa victoriosa desde los años de la Primera Revolución Industrial.

Fallece José Antonio Labordeta en olor de multitudes, consagrado por la ciudadanía como padre de la única patria aragonesa posible: la republicana federal iberista. Desaparece el cantautor y las mujeres de su vida presentan respetos ante la tumba de Joaquín Costa, sancta sanctórum del Regeneracionismo, precursor del nacionalismo aragonés.

Labordeta fue, en cierta manera, un regeneracionista moderno, hijo de republicano azañesco, formado en la tradición del movimiento demócrata español, heredero a la vez de la milicia liberal antifernandina de los Riego y cía, del federalismo a lo Pi y Margall o del obrerismo marxista y anarcosindicalista de un Pablo Iglesias o de un Ferrer y Guardia.

Izando estandartes malditos, levantando banderas deshilachadas, engullendo compendios enciclopédicos de civismo y racionalidad, creció el niño Labordeta, mientras, afuera, el fascismo se enseñoreaba del país, quebrando los breves juncos de resistencia a la ignominia, pasando a cuchillo a toda una generación de republicanos cabales.

Con la Transición, llegaron la fama y el éxito, pero también la derrota colectiva de los ideales y los sueños. Las banderas se fueron rompiendo una a una, conforme avanzaba la década de los ochenta, conforme los traidores aprendían a tomarle el punto a los mansos.

Cuando Labordeta llegó al Parlamento allá por 2000, ya no quedaban banderas que romper ni españoles que amansar. La mansedumbre era ya artículo de lujo para una ciudadanía abúlica y desencantada, refugiada en placeres y cuitas estrictamente privadas. El buenazo de José Antonio se batió el cobre en las Cortes del aznarismo, rescatando la defensa de lo público, dando el do de pecho sobre la arena de la soberanía nacional, atizando a los poderosos con su verbo de fuego y su oratoria de senador romano.

Tres cuartos de siglo después de aquel invierno donde nació, un verano que agoniza despide al tribuno de la plebe, al cantante del folklore y la protesta, al poeta hermano de poetas, al divulgador televisivo de muchos de los rincones oscuros y olvidados de España. Iberia llora a uno de sus más preclaros hijos, el maño que llevaba en su mochila la promesa de la República Federal.

* Posdata íntima y personal: La madrugada en la que murió el compañero José Antonio Labordeta, éste que les escribe cumplió 25 años. Así las cosas, he celebrado mi primer cuarto de siglo, sintiendo la desaparición del mito, francamente impresionado por las inenarrables muestras de cariño y de duelo de sus paisanos. Labordeta perdurará en mis recuerdos como símbolo vivo de aquella Tercera República que pudo ser y no fue, pero que será realidad carnal bastante antes de lo que imaginamos.

sábado, septiembre 04, 2010

Carta a la militancia de la Asamblea local de IU LV-CA en Granada


Granada, a 28 de agosto de 2010.


Estimados compañeros de la Asamblea local de Izquierda Unida Los Verdes- Convocatoria por Andalucía en Granada:

Como muchos de vosotros sabréis, en la pasada Asamblea local del 1 de julio de 2010, formé parte de la lista encabezada por el compañero Paco Ríos como número 3, ejerciendo libremente uno de los derechos reconocidos en los Estatutos de nuestra organización política.

Tras el recuento de las votaciones, conforme a nuestra normativa electoral, la candidatura de IU LV-CA a las elecciones municipales en Granada capital quedó encabezada por Paco Puentedura, con Maite Molina en segundo lugar, Paco Ríos en tercera posición y Marisa Vegas cerrando el cuarteto.

A la mañana siguiente se produjo la dimisión del compañero Paco Ríos, comunicándome desde la organización que un servidor ostentaba ahora el tercer puesto de la candidatura.

Habiendo transcurrido ya casi dos meses desde entonces, y después de haber sopesado tranquilamente los pros y los contras de tamaña decisión, he llegado a la conclusión de que todavía no me hallo capacitado para asumir semejantes responsabilidades.

Yo sólo formé parte de la lista de Paco Ríos para testimoniar mi apoyo a la diversidad democrática dentro de IU LV-CA, no con la intención de disputar los puestos de salida de las municipales.

Llevo poco tiempo participando activamente en este proyecto, proyecto que sigo considerando el más adecuado para resistir a la barbarie neoliberal en esta época de crisis sistémica y de derrumbe del Estado del Bienestar keynesiano. Lo que no es óbice para considerar que la Refundación de La Izquierda es un reto necesario, un desafío superador de las miserias internas de IU, de las guerras de banderías, de los caudillismos sin ton ni son, de los personalismos y sectarismos, de la marginalidad impuesta por el poder y plácidamente masticada por algunos.

Está en nuestras manos la construcción del gran referente de la izquierda alternativa en España. No debemos dejar pasar este tren, llevamos ya demasiados años anclados en este andén de la desesperanza. Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz, que diría José Martí.

Presento entonces mi dimisión, con carácter irrevocable, como número 3 de la candidatura de IU LV-CA a las elecciones municipales para el Ayuntamiento de Granada. La vacante que un servidor deja corresponde a nuestra lista, por lo que, en buena liza, los 18 avalistas que nos dieron su apoyo deben de ser los encargados de elegir a mi sustituto.

Nos vemos en la lucha.

Salud, Tercera República y Huelga General.

José María García Labrac.
Militante de base de la Asamblea local de IU LV-CA en Granada ciudad.

* Posdata: Ruego se transmita el contenido íntegro de esta carta al conjunto de nuestra militancia en Granada.

** Fotografía tomada el pasado día 8 de junio de 2010, jornada de huelga en la Administración Pública y entre el estudiantado. Varios activistas de la Red de Estudiantes en Movimiento aprovecharon la ocasión para engalanar la alhambreña Torre de la Vela con su petición de levantamiento europeo, en defensa de los derechos sociales y del sector público, brutalmente avasallados tras la enésima crisis capitalista.